Antigua capital del pais de estilo colonial salpicada de templos ocupa la peninsula que forma el Nam Kham al desembocar en el Mekong rios que riegan las huertas que cubren sus orillas las que abastecen a la ciudad de ricas verduras que junto con la buena panaderia-bolleria, tambien legado de los franceses, se come como en casa.
Respetando sus muchos templos, es una ciudad bien urbanizada, de estilo colonial, con bastante vegetacion y bonitas riberas por lo que resulta un placer pasear por sus limpias y tranquilas calles.
Cuando vas a hacer un viaje lees y escuchas muchas cosas, ahora mi sensacion es que puedes estar tranquilo ante los robos, se puede ver como los vendedores ambulantes llevan el dinero en una bolsa de plastico transparente colgando en cualquier sitio, un poco atento a los timos y al regateo acostumbrarse ya que ademas de ser algo habitual en ciertos pagos tambien es una constumbre social, calculadora en mano mantienes una amena negociacion hasta cerrar el trato con una gran sonrisa.
Puro centro, entre la calle comercial y el rio.
Estoy estupendamente instalado en una guest house, un buen edificio a orillas del Mekong llevada por toda una saga femenina, desde la tatarabuela a la biznieta que tambien suele aparecer, ademas a cincuenta metros hay un templo con una buena hierba para los estiramientos matinales, al atardecer permiten estar con ellos mientras rezan y es una gozada dejarse llevar por sus canticos. Algunos dias he bajado al rio Nam Kham, mas pequenio y limpio, a darme un refrescante banio disfrutando de la sensacion de planeo sobre la corriente clavando las manos en el fondo.
No se que encontrare mas adelante, de momento esta ciudad tiene algo que engancha (he pasado doce dias aqui!) todo sucede con tanta armonia, relativo silencio, respeto, deslizandose a su ritmo, incluso en mercados y calles llenas de vida.
Varios dias he alquilado bici, ojito hay que ir fino, si el trafico es "denso" la distancia de seguridad suele ser de veinte centimetros, por ambos lados! pero como la velocidad no prima y menos la prisa, mientras vas a doce el que mas rapido te adelanta va a veinte km\h, no hay mucho peligro.
Los vendedores que mejor me caen son los que van en bici ademas de que suelen ser legales, van pedaleando. El otro dia me vino al paso un abuelete, bueno antes me llego su campanilla,vendiendo helados en bici con una cara encantadora y hablando ingles con soltura, mientras compraba un polo le pregunte si hablaba frances y efectivamente, me estuvo contando batallitas de cuando los franceses mientras continuamos calle arriba yo comiendome el polo, el tocando la campanilla. Encantador.
Una de las arraigadas tradiciones convertida en atraccion es ver como al amanecer los monjes recorren las calles en fila recogiendo las donaciones de feligreses mientras los "falang" los acribillamos con nuestras camaras.
Hay quien aprovecha lo ola de generosidad para ver si cae algo, son los monjes los que comparten con los chiquillos.
Como nada es para siempre ya vino el simpatico de turno para fastidiarlo y quien mejor que la policia, con una moto alquilada me pararon dos veces en tres horas, de acuerdo infringi, pero llevar casco al mediodia es una cruz, lo que me quema es ver como el dinero va directamente al bolsillo del madero, sin ningun tipo de recibo. La segunda, un tramito de nada en direccion prohibida, se pasaron 200.000 kips, tuve que regatear hasta conseguir como la primera 50.000, 4 euros, cabrones! No me han quitado el buen sabor de la ciudad, queda como una anecdota divertida.
Maniana 31.12 abandono Luang Prabang remontando el rio, primero el Mekong para luego continuar por su afluente el Nam Ou hasta Nong Khiaw, mas al norte,en la montania.
Me despido con un chupito a vuestra salud, si os apetece, serviros ...
Hasta la proxima.
